Frans Hals, la estela de la vivacidad
Una retrospectiva del holandés viajará por Europa los próximos meses
Masdearte- Londres, 06/10/2023
Fue la primera gran figura de la escuela holandesa en etapa barroca y su trabajo destacó tanto por la celebración de la alegría y el humor como por su virtuosismo técnico: reemplazó el suave modelado renacentista por campos de pinceladas osadas que, aplicadas con desenfado y soltura, generan en la retina del espectador superficies rebosantes de vida. Además, a él le debemos la creación del retrato de grupo de corporaciones, un género que tenía precedentes en el siglo XVI, aunque entonces se trataba más bien de reuniones de personajes silenciosos, quietos y monótonamente yuxtapuestos: Frans Hals los hizo abandonar su mutismo, moverse y charlar unos con otros.
La National Gallery de Londres, el Rijksmuseum de Ámsterdam y la Gemäldegalerie berlinesa no han necesitado aniversarios para organizar, en lo que resta de año y en 2024, un tour europeo que rinda tributo al artista, que tiene a la capital británica como su primera parada y que cuenta con medio centenar de obras de grandes colecciones internacionales, incluyendo la del Museo Frans Hals de Haarlem: entre las piezas esenciales reunidas se encuentran Isaac Abrahamsz. Massa (626), llegada de Ontario; el Retrato de Pieter Dircksz. Tjarck (hacia 1635), venido de California; El jugador de Rommel-Pot (hacia 1620), que ha prestado el Kimbell Art Museum texano; o el Retrato de Tieleman Roosterman (1634), procedente de Cleveland.
Tampoco faltará el bien conocido y más cercano Caballero sonriente que los británicos han podido contemplar en la Wallace Collection desde 1870: esta tela se data en 1624 y puede admirarse en la National Gallery tras la histórica decisión tomada por los responsables del centro en Manchester Square, en 2019, de realizar préstamos temporales, por primera vez en los 120 años de historia de esa institución.
Este Caballero es una de las mejores manifestaciones del talento de Hals para captar a sus modelos desde una enorme vivacidad: se trata, en realidad, de uno de los escasos pintores occidentales que buscó intencionadamente la actitud risueña y sonriente en sus retratados, un desafío a menudo rechazado por los artistas dada su dificultad. why Hals has for so long played second fiddle (and, sometimes, not even that) to contemporaries such as Rembrandt and Velázquez. It may strike you as the great art mystery of our age.
Desde que la producción del holandés fuera redescubierta y reivindicada en el siglo XIX, sobre todo por el crítico y periodista Théophile Thoré-Bürger y por los impresionistas, y tras caer en el olvido en el XVIII, sus pinturas han gozado de gran estima y han sido muy populares entre el público, pero han pasado más de tres décadas de la celebración de la última gran muestra internacional que se le brindó: tuvo lugar en Washington, Londres y Haarlem en 1989-1990. Esta ocasión nos dará, así, la oportunidad de comprobar el manejo virtuoso y rápido del pincel de este autor, probablemente solo igualado en su tiempo por Rembrandt en los Países Bajos y Velázquez en España.
Se articula la muestra en secciones ordenadas según criterios cronológicos y temáticos, con apartados propios para sus lienzos de género y sus retratos grupales; estos últimos rara vez han salido de Haarlem desde que Hals los ejecutó. Un primer capítulo se centra en su obra temprana, en la que los modelos ya nos resultan presencias vivas y sus capacidades técnicas eran evidentes, como queda claro en el Retrato de Catharina Hooft con su enfermera (hacia 1620), llegado de la Gemäldegalerie. En sus trabajos posteriores de este género, comprobaremos cómo supo el holandés transformar esa modalidad pictórica, hasta entonces sobre todo funcional, en una forma de arte expresiva e imaginativa, salvando incluso, en algún caso, las rigideces derivadas de las demandas de sus comitentes, que restaban libertad a sus trazos gestuales. Pocas figuras como las suyas han ofrecido, hasta época contemporánea, ese grado de animación en sus poses y expresiones, basta el ejemplo del Willem van Heythuysen venido de la Alte Pinakothek de Múnich.
En las décadas de 1620 y 1630, Hals atendería sobre todo a escenas de la vida cotidiana que le ofrecían grandes opciones de dinamismo en su pincelada y de vivacidad en la caracterización. Captó representaciones teatrales, un laudista, bebedores o jóvenes sosteniendo calaveras; por la misma razón, eligió prestar atención a las relaciones entre sus modelos cuando se trataba de familias o parejas: algunos retratos de matrimonios, durante mucho tiempo separados, se han unido para esta retrospectiva, junto a otras composiciones grupales en las que se aprecia intimidad, no la frialdad del mero registro genealógico. Una de esas piezas ha viajado a Londres desde el Thyssen: Grupo familiar en un paisaje, fechada hacia 1646.
Los últimos apartados de la muestra nos ofrecen piezas de pequeño formato, no menos expresivas, y una selección de su producción tardía, en la que desarrolló una desenvoltura técnica sin precedentes, como veremos en su retrato de los regentes de una casa de ancianos (1664) o el de un hombre con sombrero holgado (1660).
Los respectivos comisarios de esta exposición, a su paso por Londres, Ámsterdam y Berlín, serán Bart Cornelis, Friso Lammertse y Katja Kleinert.